Simposio copatrocinado por el Observatorio del Juego Infantil y el Proyecto de Investigación “Formulación de un sistema de indicadores para la evaluación del reconocimiento del derecho del niño al juego” (EDU2014-52267-P).

Línea: Seminario Interuniversitario de Teoría de la Educación (SITE)

Coordinador:

Gonzalo Jover

Universidad Complutense de Madrid

Presentación:

La Declaración de Derechos del Niño de 1959 y, posteriormente, la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989 han reconocido el derecho de los niños y las niñas a jugar, comprometiendo a las autoridades públicas en su promoción.

El juego infantil es un elemento imprescindible de crecimiento y un principio pedagógico fundamental. Está comprobado que el juego estimula la capacidad mental de los niños y las niñas. A los estudios clásicos de Piaget, Vygotsky o Bruner, se han ido sumando en las últimas décadas los de otros investigadores que muestran la relevancia del juego en el desarrollo físico, social, intelectual y afectivo durante la infancia.

El juego proporciona ocasión para el esfuerzo, la inventiva, la imaginación, el ensayo, la estrategia. A través del juego, los niños y las niñas se inician en el entorno que les rodea. Al jugar, adoptan ese entorno, aprenden sus valores. El juego les ayuda a respetar ciertas normas, a coordinar acciones, a confrontar intereses. Cuando los niños y las niñas juegan, ponen en funcionamiento los resortes afectivos más profundos, la capacidad humana de amar, el sufrimiento y el altruismo. El juego supone la base de la convivencia y un valioso medio de iniciación en los valores de una vida democrática.

A pesar de estos beneficios, el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, en su Observación general, Número 17, de 17 de abril de 2013, ha alertado sobre el escaso apoyo que suele recibir el derecho de los niños y las niñas a jugar y ha animado a promoverlo a través de la organización de actividades estructuradas y de la provisión de oportunidades de tiempo y espacio para que los niños y las niñas participen en el juego espontáneo, el ocio y la creatividad. El Comité de los Derechos del Niño ha insistido también en la necesidad de generar una mayor sensibilidad social hacia la importancia del juego infantil y su impulso en las profesiones que tienen que ver con la infancia, especialmente la educación.

El objetivo de este simposio, organizado por el Observatorio del Juego Infantil, es promover esa mayor sensibilización en el ámbito de la investigación pedagógica, a partir de la intervención de varios especialistas.

Intervenciones:

1.- El observatorio del juego infantil, la defensa del derecho a jugar

Maite Francés

Observatorio del Juego Infantil

El derecho del niño al juego queda recogido en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño y parece evidente que se erige como realidad en países como España. Sin embargo, en 2013, el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidos aprobó la Observación General nº17, en la que instaba a los países miembros, entre ellos España, a respetar la necesidad de los niños a jugar.

El exceso de deberes, las clases extraescolares, el utilitarismo o incluso la ausencia de cultura del juego son algunos de los condicionantes que explican porque el juego ha desaparecido de la vida de los niños en los países desarrollados.

En este contexto, se creó el Observatorio del Juego Infantil (OJI) como un organismo para la vigilancia y el control de la aplicación del derecho del niño al juego en las diferentes áreas de su cotidianidad (escuela, sociedad, familia,…), al tiempo que para promocionar su papel primordial en la vida de los niños, a través del desarrollo de diferentes iniciativas que contribuyan a incrementar el reconocimiento del valor del juego.

El OJI recopila y elabora estudios e investigaciones cuyo contenido versa sobre el juego y el juguete y participa en jornadas, seminarios, conferencias y symposium para difundir el valor del juego. Su objetivo es canalizar las aportaciones de expertos sobre el juego y aprovechar las sinergias derivadas de su interacción.

En definitiva los objetivos del Observatorio del Juego Infantil son: promover el derecho al juego de los niños y las niñas en diferentes esferas de la sociedad; servir de espacio de confluencia de diferentes iniciativas acerca del juego infantil, constituyendo un foro de intercambio y de comunicación permanente de especialistas en torno al juego en la infancia; concienciar a la opinión pública sobre la importancia del juego y el juguete en el desarrollo de los niños y propiciar la investigación sobre el papel del juego y el juguete en la infancia, mediante la relación directa con universidades y especialistas en el sector.

El Observatorio del Juego Infantil está conformado por los principales expertos cuya labor profesional, docente o investigadora está vinculado al juego y la infancia: Gonzalo Jover,es el director del OJI y catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid, José Luis Linaza, catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, Petra Mª Pérez, catedrática de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia, Jaume Bantulà, profesor de la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte, Blanquerna, de la Universidad Ramon Llull (URL) de Barcelona, Andrés Payá, profesor de la Universidad de Valencia, Imma Marín, consultora pedagógica y directora de Marinva y Xavier Bringué, profesor de Psicología de Mercados de la Universidad de Navarra.

2.- Juego y educación: el influjo de Dewey y otros grandes pedagogos en la historia de la educación española

Andrés Payá Rico

Universitat de València

La contribución que presentamos al Simposio “La investigación pedagógica en torno al juego como derecho infantil” analiza, de manera sintética, algunas de las principales aportaciones de grandes pensadores y educadores de la pedagogía contemporánea en relación al juego o actividad lúdica y sus repercusiones educativas en España. Se pretende contextualizar históricamente el tema abordado en el Simposio.

Por la temática general del Congreso, dedicaremos una atención preferencial a John Dewey y el capítulo XV de su obra Democracia y educación relativo a “El juego y el trabajo en el programa”, en el que el filósofo y pedagogo americano dejó escrito:

“El estudio de la vida mental ha hecho evidente el valor fundamental de las tendencias congénitas a explorar, a manipular instrumentos y materiales, a construir, a dar expresión a las emociones placenteras, etc. Cuando los ejercicios que son puestos en acción por estos instintos constituyen una parte del programa escolar regular, el alumno entero se dedica a ellos, se reduce el vacío artificial entre la vida en la escuela y fuera de ella, se ofrecen motivos para la atención a una gran diversidad de materiales y procesos especialmente educativos y se proporcionan las asociaciones educativas que dan a la información un carácter social. En suma, las razones para asignar al juego y al trabajo activo un lugar definido en el programa son intelectuales y sociales y no asuntos de facilitad temporal y de agrado momentáneo”[1]

El acento puesto en Dewey, con ocasión del centenario de la publicación de Democracia y educación, no nos hace olvidar otras aportaciones clave, como las de Froëbel y los dones y ocupaciones en el Kindergarten, la pedagogía científica de Montessori en las Casas dei Bambini, Decroly y el juego en l’École de l’Ermitage, etc.

La influencia que estas teorías y experiencias pedagógicas foráneas tuvieron en la educación española contemporánea, se vieron reflejadas con otro tipo de prácticas pedagógicas y debates educativos sobre las posibilidades que abría el juego en la formación integral de las personas. Así, tanto Giner de los Ríos en la Institución Libre de Enseñanza de Madrid, como Ferrer i Guardia en la Escuela Moderna de Barcelona o Andrés Manjón en las Escuelas del Ave María de Granada, entre otros, representan algunos ejemplos y experiencias que llevaron a la práctica los postulados e influencias teóricas sobre el juego de los pedagogos y pensadores pedagógicos anteriormente aludidos.

3.- El juego como necesidad infantil

José Luis Linaza

Universidad Autónoma de Madrid

Los etólogos nos proporcionan ejemplos muy bellos y conmovedores del juego de las crías de especies muy distintas. Pero los humanos somos la especie que juega durante más tiempo, en realidad durante toda la vida, aunque especialmente en la infancia. El juego es la actividad a la que niñas y niños en todas las culturas dedican la mayor parte de su tiempo libre. Pero ¿por qué? ¿Para qué sirven tantas horas de juego infantil? Para los grandes teóricos del desarrollo humano, Freud, Piaget y Vygotsky, jugar es una actividad fundamental de nuestro funcionamiento psicológico.

Como han mostrado muchos etólogos, los juegos de ejercicio exploran y consolidan habilidades muy diversas a lo largo de la vida. Los juegos de ficción amplían en el mundo real, con el que interacciona el niño, a mundos fantásticos del pasado, del presente o del futuro, y en todos ellos el protagonista es el niño. Los juegos de reglas establecen las primeras sociedades infantiles en las que poder actuar juntos y establecer límites y reglas con las que enfrentar los conflictos. Probablemente, en ningún parlamento se vote tanto y tan rápido, como en el patio de un colegio durante el recreo. Jugando descubren que las normas son el producto del acuerdo entre los propios jugadores, y que el mejor procedimiento para resolver los conflictos es el acuerdo de la mayoría. Algunos de estos juegos son una especie de resumen o versión simplificada de la realidad social observada o experimentada por los propios niños. Jugar a las casitas, a las mamás, a los colegios, o a cualquier otro tema de la vida cotidiana exige de los jugadores una actualización de esos modelos, una especie de evocación en voz alta de los roles y las interacciones entre ellos, similares a las que se producen en las situaciones de la vida real.

Bruner decía que las actividades de juegos espontáneos de los niños y las niñas están llenas de exploraciones sobre lo posible, sobre lo que podría ser y sobre por qué en ocasiones es posible y en otras no. Hoy es de extremada urgencia cultivar este sentido de lo posible en la infancia, proporcionando a los niños y las niñas espacios y oportunidades para ejercer su derecho a jugar.

La red de ludotecas de Piura (Perú).

Desde hace ya siete años, y con el objetivo de proporcionar a los niños esta exploración de mundos posibles y de espacios donde hacerse amigos, hemos ido implementado un programa de ludotecas, en zonas urbanas y rurales de Piura (Perú), en la costa y en la sierra, que ha ido configurando una red de más de cincuenta ludotecas.

Están situadas en zonas de escasos recursos económicos y contribuyen a crear intercambios de experiencias y socialización. Una de las metas de esa red de ludotecas es proporcionar a la infancia piurana, especialmente a la que vive en sectores aislados de la sierra y en Asentamientos Humanos de la costa, la posibilidad de ejercer su derecho al juego, reconocido por la ONU, ratificado por el propio Estado peruano, pero aún muy poco garantizado por las diversas autoridades e instituciones de nuestra sociedad.

4.- Justificación de un sistema de indicadores sobre el derecho infantil al juego

Jaume Bantulà

Universitat Ramon Llull

El desarrollo de conocimientos científico-técnicos para hacer frente al desconocimiento de la dimensión lúdica en la infancia y a la falta de datos fiables, accesibles y periódicos en relación a su estado, se constituye como un reto social, que da origen al proyecto de investigación “Formulación de un sistema de indicadores para la evaluación del reconocimiento del derecho del niño al juego” (EDU2014-52267-P).

La finalidad del proyecto es evaluar el reconocimiento de este derecho en nuestro país.
 Los objetivos generales que se persiguen son: 1) Adquirir conocimiento sobre el estado actual de la infancia en general, y en relación al juego en particular.
 2) Visibilizar progresos y desafíos, puntos fuertes y débiles, desequilibrios y desigualdades en relación a colectivos, territorios, agentes, etc., en relación al cumplimiento del Derecho del Niño al Juego, a partir de los datos obtenidos de diversas fuentes de información.
 3) Incentivar el debate acerca de la situación del juego de la infancia en España, sobre cómo se mide dicha situación y como es percibida por los propios protagonistas y por los agentes educativos implicados y los entes y organismos con responsabilidades en el ejercicio de la planificación de políticas públicas.
 4) Formular la creación de estándares de medición nacionales de referencia.
 5) Promover la difusión del sistema de indicadores para la medición del cumplimiento del Derecho del niño al juego entre la comunidad científica y los responsables de la planificación de políticas públicas de en relación a la infancia.
 6) Sensibilizar a la sociedad española a partir de los datos estadísticos y cualitativos obtenidos acerca del grado de cumplimiento y desarrollo del derecho al juego.
 7) Transferir los resultados de la investigación al tejido empresarial del juguete, para ajustar la producción industrial a las demandas sociales y las necesidades educativas y de ocio de la infancia.
 8) Facilitar el acceso al conocimiento y favorecer el seguimiento del derecho al juego.

Con ello se pretende impactar en: a) El diseño de políticas educativas y de ocio para la infancia que reconozcan e impulsen este derecho por parte de las administraciones nacionales, autonómicas, provinciales y locales. 
b) La producción de juguetes por el tejido empresarial ajustado a las necesidades educativas y sociales de la infancia.
 c) Las orientaciones pedagógicas pertinentes para la comunidad educativa (padres y madres, profesorado y alumnado).
 d) La realización de estudios de seguimiento del Derecho del Niño al Juego para su publicación en la literatura científica especializada y en los medios de comunicación.

En definitiva, los beneficios esperados persiguen una repercusión social y se enfocan tanto al mejor conocimiento de la situación del juego infantil como a la creación de un instrumento cuyos resultados podrán ser usados por los sectores público y privado. La investigación cuenta con el apoyo de varias entidades relacionadas con la industria del juguete y la defensa de políticas de infancia, que han mostrado interés en los resultados.

[1] Dewey, J. (1995) Democracia y educación. Madrid, Morata, p. 169